Somos un equipo de futuros docentes del área de Química con el objetivo de compartir informaciones relevantes acerca del área de Química, aplicando la importancia que tienen los recursos didácticos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
sábado, 6 de enero de 2018
La Química de los olores
Halitosis
El mal aliento o halitosis suele provenir de los productos de desecho que elaboran las bacterias que viven en la boca. Estos productos de desecho suelen contener compuestos volátiles de azufre como:
- Sulfuro de hidrógeno, responsable del delicioso aroma a huevos podridos.
- Metanotiol, que le da olor a ajo.
- Sulfuro de dimetilo, que aporta la "peste" característica de la col podrida.
Además del mal olor que proporcionan y lo volátiles que son, estos compuestos son muy fácilmente detectables por los receptores olfativos humanos. Y puede ser mucho peor:
- Si tomamos mucho café en nuestro aliento aparecerá el 3-mercapto-3-metil butil formitato, compuesto de olor muy desagradable.
- El ajo contribuye al mal aliento con el alil metil sulfuro.
- El consumo de carnes y pescados también "engorda" a las bacterias de la boca que, tras degradar las proteínas de estos alimentos, terminan por producir moléculas como la cadaverina o la putrescina, que contribuyen con un fuerte olor a putrefacción.
Cadaverina |
Putrescina |
Flatulencias
El sistema digestivo también genera una serie de gases que despiertan el interés de nuestros receptores olfativos. El principal responsable del mal olor de los pedos es el sulfuro de hidrógeno, del que ya hemos hablado. Le acompañan los "discretos" metanotiol y sulfuro de dimetilo.
Olor a sobaco
O a axila, si nos ponemos "fisnos". En este lugar de nuestro cuerpo viven en torno a un millón de bacterias por centímetro cuadrado que convierten el sudor en una interesante variedad de compuestos volátiles y malolientes.
- El ácido (E) - 3 - metil - 2 - hexenoico es uno de los componentes mayoritarios del olor a sudor y se describe como "olor a cabra".
- El ácido 3 - hidroxi - 3 - metilhexanoico contribuye con una nota a comino.
- El (S) - 3 - metil - 3 - sulfanilhexan - 1 - ol aporta un toque a cebolla
Olor a pies
En el olor a pies, el sudor juega el papel principal, ya que en los pies también habitan numerosas bacterias (algunas de ellas también se encuentran en algunos quesos fuertes) que producen los compuestos volátiles que estimulan nuestros receptores olfativos y que disparan nuestro desagrado.
Los principales compuestos responsables del olor a pies son:
- Metanotiol, que ya ha aparecido en la halitosis y en las flatulencias.
- Ácido propanoico, que contribuye con olor agrio y picante.
- Ácido isovalérico, que aporta el inconfundible aroma a queso, a rancio y a fermentado. Un ascazo, vamos.
Moles y bits. (2018). La Química de los olores corporales. [online] Available at: http://www.molesybits.es/2014/04/la-quimica-de-los-olores-corporales.html?_scpsug=crawled_4049798_e3f69dd0-aa2d-11e7-a302-90b11c40440d#_scpsug=crawled_4049798_e3f69dd0-aa2d-11e7-a302-90b11c40440d [Accessed 12 Jan. 2018].
La Química en Educación
La gente suele estar equivocada con respecto a lo que es la Química en Educación. Se suele pensar que es una asignatura que se introduce en primaria, mas científicamente en secundaria, a lo sumo en bachillerato, o es una carrera, una forma de vivir docentemente o, en el mejor o peor de los casos, un aliciente a través del cual investigar, descubrir y/o inventar algo.
Pero no, no es así.
La Química en Educación es algo que descubrí, al menos yo, hace más de 30 años cuando ejercía de entrenador de baloncesto. Y sigo recurriendo a ella. Cuando, en medio de una charla prepartido, miraba la cara de los jugadores a los que me dirigía y me decía a mí mismo, que ese partido lo íbamos a ganar. De la misma manera, que en otras ocasiones, los miraba y me decía que aquel partido no había manera de ganarlo.
Decía que íbamos a ganar el partido haciendo basket-control (algo afortunadamente en desuso), cargando el rebote ofensivo, haciendo jugar a unos de nuestros cinco de cuatro, y a uno de nuestros 4 de tres. Y resulta que ganabas el partido haciendo exactamente eso. Pero ya tú lo habías sentido. Y lo que es mejor, ellos lo habían sentido e interiorizado.
Debe ser algo similar a cuando alguien da una charla TED y siente que lo que está diciendo trasciende sus sensaciones y está llegando al otro lado. No es algo fácil, ni siquiera predecible o que puede ser preparado. Claro que debe ser preparado, programado como dicen los autómatas de la enseñanza. Pero no, no basta solo con eso.
Son sensaciones que todo aquel que de alguna manera ama la enseñanza ha sentido alguna vez. Probablemente en menos ocasiones de las que desearía.
Lo cierto es, que en este curso, estoy rozando la piedra filosofal. Espero que como buen supersticioso no rompa la racha por contarlo.
Comencé el curso con una tutoría de más de treinta alumnos. Por arte birlibiloque de estas conserjerías, avanzado octubre, la vi dividida por la mitad. No me hubiera importado seguir con la tutoría al completo, porque ya la había rozado. De hecho, sigo siendo tutor de los dos cursos aunque sea virtualmente o como docente cuando a mis clases vienen como un único grupo.
Estoy tan encantado que me da miedo decirlo, bien sea por presuntuoso (que intento no serlo), como por la posibilidad de romper el hechizo.
Esa es la Química Educativa de la que pretendo hablar. Esa que, todos los docentes que se tienen por tales, han sentido en alguna ocasión. Esa que sin ser de color rosa (precisamente) carga las baterías de la docencia. Esa que nos permite seguir adelante en esas procelosas aguas de la enseñanza y del devenir social.
Que me perdonen los verdaderos químicos y los que se dedican a su docencia por este allanamiento o usurpación de funciones. Nada más lejano a mis intenciones. Seguro que si esos químicos además son docentes, entienden algo de lo que hablo y disculparán en alguna medida mi osadía.
En este sentido (y tal vez en otros) todos los docentes deberían estudian o formarse en Química Educativa.
Aun así, sin ser happy-flower, que no lo es, este el el verdadero combustible renovable que nos permite seguir adelante cuando trabajamos en esto de la enseñanza y las cosas no nos vienen tan bien dadas.
Química Educativa, dícese de ese clima especial que se establece entre docentes y discentes en el que conectan y sienten que algo sublime se está produciendo y les permite crecer. Mi amiga @londones, que es doctora, creo que sabe mucho de Química.
https://creaconlaura.blogspot.com/2017/11/la-quimica-en-educacion.html?_scpsug=crawled_4049798_2f038490-c681-11e7-976c-f01fafd7b417#_scpsug=crawled_4049798_2f038490-c681-11e7-976c-f01fafd7b417
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